viernes, 6 de enero de 2012

Y a tu edad...

  Hace apenas una semana que regresé a España después de una temporada en los USA. Y cuando una está ausente, pues ya se sabe, todo el mundo está deseando verte, que les pongas al día de tus aventuras y desventuras en otro país, y en definitiva, darle al cotilleo, hobby por excelencia en esta nuestra madre patria. 
  Ese súbito interés por parte de todos lo voy llevando bastante bien, habida cuenta de que soy una persona más bien discreta, que no le gusta ser el centro de atención bajo ninguna circunstancia. 
  Lo que llevo mal, realmente mal, y me tiene harta, es el momento de hablar de mi futuro profesional. Antes o después, en todas las conversaciones que mantengo, surge el tema. Y día sí, día también, me encuentro con el "optimista" de turno, que me suelta algo así como: "Y ahora que ya estás aquí, empezarás a buscar trabajo, ¿no?. Pues con lo bien que está el país, y a tu edad... Bueno, espero que tengas suerte." En ese momento lo veo todo rojo, tengo que respirar hondo, contar hasta diez, y con sonrisa de circunstancias contestar alguna chorrada oportuna, sin ofender al personal, claro. 
 Primero, estoy harta de ser excesivamente amable. Que me acaban de soltar una barbaridad como la copa de un pino, y, aún así, el o la imprudente se van de rositas. De esto la culpa la tienen mis padres, que desde bien pequeña me educaron (bajo la amenaza del consiguiente capón o colleja si no seguía sus santos preceptos) para contestar con amabilidad a toda persona que se dirigiera a mí en cotidiana conversación. Eso queda en el subconsciente, y así se explica que siga contestando amablemente a quien no se lo merece.
  Segundo, estoy harta de la mentalidad cateta de esos que piensan que a mis 34 años ya soy mayor para el mercado de trabajo. Soy una profesional cualificada, con una cantidad de cualidades que si se las nombrara al autor de semejante comentario ni siquiera sabría  lo que significan. Y si por casualidad descartaran mi candidatura en algún proceso de selección sólo por la edad, ten por seguro que esa no es la empresa en la que yo quisiera trabajar. Que aquí hay mucho que se llena la boca con eso de que en su empresa siguen una política excelente de captación y retención del talento, pero en muchos casos que conozco, no sabrían reconocer a un buen profesional ni aunque se tatuara "Soy buen profesional" en la frente en fucsia y verde fosforito. Que nadie se preocupe, que a mi "avanzada" edad mi futuro laboral es excepcional, y no tengo miedo ninguno a quedarme en el paro dependiendo de la ayuda de 420€ hasta que el gobierno decida recortarla.
  En fin, que sólo de pensarlo me enciendo. Mejor me voy relajando, y me quedo con eso que se suele decir de que "El que ríe el último, ríe mejor." Ya me estoy regodeando en la cara de lel@ que algun@ va a poner no a mucho tardar, muahahahahaha.

4 comentarios:

  1. Hay que ejercitar bien las chorradas oportunas para contestar al personal o en un mes se queda una sin paciencia y suelta hachazos a diestro y siniestro, a quien lo pedía a gritos y a quien no. Y, por cierto, ¿este tipo de cosas nos pasa solamente a las mujeres, o también a los hombres? Porque a mi pareja, 35, le dicen (en mis narices) "bueno, todavía eres joven para establecerte" mientras que a mí a los dos minutos y en la misma conversación me están diciendo "¿¿¿pero qué vas a hacer con tu vida cuando vuelvas al mercado laboral, en qué vas a trabajar????". Y eso cuando no me dicen directamente (que me lo han dicho) "ah, pero en menos de dos años se te quita la tontería y empiezas a parir y ya ni te acuerdas del trabajo, una preocupación menos". Suspiro.

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  2. Anda, Mortiziia, eso de lo de los comentarios basados en el género no se me había pasado por la cabeza. Pero tengo la intuición de que tienes razón. Mi hermano, que tiene sólo 3 años menos que yo, es visto como un pipiolo. Y a mí no paran de decirme eso de "a tu edad, ya se te pasó el arroz." Por cierto, no te comento nada del tema matrimonio e hijos, porque eso es tema para otro post que tengo en las cañerías. El asunto merece mención a parte.

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  3. Pues tambien nos pasa a los hombres!!, yo el año pasado que estuve por allá vaya tela la que me dieron, en menos de una semana ya echaba de menos el Uruguay.

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  4. Andaluz, muchas gracias por aclararnos el punto a Mortiziia y a mí. No es que sirva de mucho consuelo, que ya se sabe: "Mal de muchos,..."

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